Los negocios que
venden a crédito reciben efectivo por correo y, por lo tanto, el control
interno sobre los cobros es importante. Como se expuso en el capítulo anterior,
un elemento significativo del control interno es la separación de las funciones
de manejo de efectivo y de contabilidad de efectivo.
La mayoría de las
compañías tienen un departamento de crédito, que evalúa las solicitudes de
crédito de los clientes. La concesión de crédito requiere de un punto de
equilibrio. La compañía no quiere perder las ventas a buenos clientes, pero también
busca evitar las cuentas por cobrar que nunca se cobrarán.
Para lograr un buen
control interno sobre los cobros de efectivo provenientes de las cuentas por cobrar, el
departamento de crédito no debería tener acceso al efectivo. Además, quienes
manejan el efectivo no deben estar en una posición que les permita conceder
créditos a los clientes. Por ejemplo, si un empleado del departamento de
crédito también maneja efectivo, la compañía no tendría una separación de
responsabilidades. El empleado podría embolsarse el dinero recibido de un
cliente y tal vez clasificar después la cuenta del cliente como incobrable, y
la compañía cancelaría la cuenta por cobrar, como se expone en la siguiente
sección.
La compañía dejaría de
facturarle a ese cliente, y el empleado encubriría su robo. Por tal razón, es
importante la separación de funciones.
La presentación de
Lineamientos para la toma de decisiones identifica los principales
aspectos en el control
y en la administración de las cuentas por cobrar.
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Corelo El Campeador