La contabilidad crea valor cuando comunica
información de la empresa con claridad y objetividad, cuando traduce
información compleja en conocimiento clave, con lo que anticipa y crea
oportunidades y diseña caminos de acción para transformar la visión (y misión
de la compañía) en realidad.
Crear valor en el futuro implica enfocarse en
los resultados deseados, y luego identificar
caminos que habrán de seguirse hoy para llegar
a la meta establecida.
Es interesante analizar las diferentes
variables o fuerzas que afectan a la profesión contable en la actualidad, con
el propósito de generar una serie de retos a los cuales se habrá de responder
para que la profesión contable cree valor a la sociedad:
• Competencia no contable
La competencia no contable, que no la rigen los
estándares ni códigos éticos de la profesión, está creciendo en forma
alarmante.
• Menos contadores públicos
El número de estudiantes y de aspirantes a
nivel universitario que optan por la carrera de contador público va en
descenso.
• Mundo sin fronteras
Conforme el mundo va eliminando sus fronteras,
el mercado demanda servicios y consultorías más complejas y a tiempo real, lo
cual presenta un sinfín de oportunidades para que los contadores públicos
expandan sus habilidades, capacidades y servicios.
• Avances tecnológicos
La tecnología continuará retando y moldeando
nuestro estilo de vida, nuestros patrones de trabajo, nuestra experiencia
educativa, y las técnicas y estilos de comunicación. La tecnología reescribirá
las reglas de los negocios, dejando atrás a
quienes no la adoptan y se integran
efectivamente a ella.
• Presión para transformar la función de finanzas de un proveedor de información en la de un
socio que permita consolidar y asegurar la permanencia de los negocios a largo
plazo.
• Cambio en la percepción del valor que generan las diferentes actividades de la
profesión contable. El valor percibido de algunas de las actividades típicas de
la profesión (contabilidad, auditoria e impuestos) va reduciéndose en forma
paulatina.
• Necesidad urgente de liderazgo
Las
empresas realizan negocios en un mundo en donde el comercio es global, basado
en tecnología, prácticamente instantáneo y cada vez más virtual.
El liderazgo que las empresas precisan tanto de
los consultores externos como internos requiere
nuevas formas de ver las cosas, nuevas
habilidades y una agilidad extraordinaria.
• Sustitución por la tecnología
Muchas de las habilidades tradicionales y
esenciales del contador público están siendo reemplazadas cada vez más por
herramientas tecnológicas que cambian a pasos agigantados.
En el nuevo siglo, los requisitos que se están
demandando de la contabilidad son los
siguientes:
• Capacidad de innovación para enfrentar los
retos en el mercado y la economía.
• Nueva gama de servicios que apoyen la toma de
decisiones de los negocios.
• Creatividad e innovación para enfrentar el
ambiente cambiante y así poder responder a los retos del futuro.
• Generación de herramientas financieras y no
financieras que ayuden a los procesos organizacionales de la empresa.
• Flexibilidad en la generación de reportes
para poder adaptarse a los retos y oportunidades que enfrenta la empresa.
Como vemos, estos retos lejos de amenazar la
profesión contable, representan detonadores para enriquecerla y consolidarla.
Toda organización tiene una razón de ser; esto
es, produce y vende un bien o servicio. Las áreas que se dedican a ello son
consideradas funciones de línea. Las que se ocupan de lograr que los
departamentos de línea sean eficientes son conocidas como departamento staff o de servicio, ya que son especialistas en su
rama y tienen la facultad de aconsejar a los diferentes departamentos de la
línea.
Dentro de los departamentos de servicio se
encuentra la función de CONTROLARÍA,
encabezada por el contralor, quien tiene autoridad sobre sus subordinados de
línea; pero en lo referente a los demás departamentos sólo tiene autoridad de
consejo y ayuda respecto a las funciones de planeación, control administrativo
y toma de decisiones.
El campo de acción del contralor depende del
tipo de empresa de que se trate. Además,
es necesario aclarar que el contralor es
responsable de la información y de que la contabilidad administrativa cumpla su
función.
En la organización, el contralor depende del
Director de Finanzas, aunque en ocasiones
puede estar subordinado al director general.
Se puede decir que el contralor es como el
copiloto de la dirección general cuya función
es llevar a la empresa al logro de sus fines.
En la actualidad, el papel del contralor es
cuestionado profundamente a la luz de la cultura de calidad que predomina en el
mundo occidental. Éste es un mundo de compradores, no de vendedores; se debe
producir lo que el cliente quiere, no lo que se cree que quiere.
Este
cuestionamiento pretende hacerle llegar a los contralores el mensaje de que los
reportes financieros y administrativos que generan deben estar en función de
las necesidades de los usuarios a los que sirven, es decir, hay que ir con
ellos para ver qué es lo que requieren, no seguir produciendo informes que se
cree que les van a servir y que sólo provocan un divorcio entre el contralor y
el usuario. La contabilidad administrativa debe estar permeada de esta
filosofía, si es que quiere cumplir con su cometido; de otra manera estará condenada
a desaparecer por
no satisfacer a sus clientes, ya que ellos son
los que habrán de determinar el tipo de reportes que necesitan de acuerdo con
sus necesidades.
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Corelo El Campeador